Hace 100 años se etiquetaba de demencia senil a toda persona que padecía demencia a partir de los 65 años considerándose la demencia como una consecuencia del envejecimiento. Hoy en día este concepto ha quedado obsoleto.
La demencia es un término genérico que agrupa a todos los trastornos en que se da un deterioro generalizado de las facultades intelectuales con repercusión sobre las actividades de la vida diaria, en personas que previamente han tenido un desarrollo intelectual normal, lo que nos sirve para distinguir estos procesos de los retrasos mentales.
La demencia, si bien es cierto que es más frecuente en personas mayores, puede tener causas diferentes siendo el alzhéimer la causa más frecuente, otra causa de demencia es la denominada demencia vascular, o multi-infarto, producida por un deterioro de las arterias cerebrales que hace que pequeñas zonas del cerebro mueran ante la falta de aporte sanguíneo. Aparte de estas dos más frecuentes, hay otras muchas causas de demencia, como algunos casos de la enfermedad de Parkinson, la corea de Huntington, hidrocefalia, tumores, hematomas cerebrales, infecciones, etc.